1.Dime la antigua historia
del celestial favor,
de Cristo y de su gloria,
de Cristo y de su amor.
Dímela con llaneza
propia de la niñez,
porque es mi mente flaca
y anhela sencillez.
CORO:
Dime la antigua historia,
cuéntame la victoria,
háblame de la gloria
de Cristo y de su amor.
2.Dime tan dulce historia
con tono claro y fiel:
«murió Jesús,, y salvo
tú puedes ser por El».
Dime esta historia siempre
si en tiempo de aflicción
deseas a mi alma
traer consolación.
3. Dime la misma historia,
cuando creas tal vez
que me ciega del mundo
la falsa brillantez.
Y cuando ya vislumbre
de la gloria la luz,
repíteme la historia:
«Quien te salva es Jesús».