1. Sublime gracia del Señor
que un pecador salvó;
fui ciego mas hoy miro yo,
perdido y El me halló.
2. Su gracia me enseñó a temer,
mis dudas ahuyentó,
¡Oh cuan precioso fue a mi ser,
al dar mi corazón!
3. En los peligros o aflicción
que yo he tenido aquí;
su gracia siempre me libró
y me guiará feliz.
4. Y cuando en Sión por siglos mil
brillando esté cual sol;
yo cantaré por siempre allí
su amor que me salvó.
Autor: John Newton
Traducción: CE. Morales