1. Fuente de la vida eterna
y de toda bendición,
ensalzar tu gracia tierna
debe cada corazón,
tu piedad inagotable,
abundante en perdonar;
único Ser adorable,
gloria a Ti debemos dar.
2. De los cánticos celestes
te quisiéramos cantar,
entonados por las huestes
que lograste rescatar;
almas que a buscar viniste,
porque les tuviste amor;
de ellas te compadeciste
con tiernísimo favor.
3. Toma nuestros corazones
llénalos de tu verdad,
de tu Espíritu los dones
y de toda santidad.
Guíanos en obediencia,
humildad, amor y fe;
nos ampare tu clemencia;
Salvador, propicio se.