1.Después, Señor, de haber tenido aquí
de tu Palabra la bendita luz,
a nuestro hogar condúcenos, y allí
de todos cuida, ¡Buen Pastor Jesús!
2.En nuestras almas graba con poder
tu fiel palabra, cada exhortación;
y que tu ley pudiendo comprender
contigo estemos en mayor unión.
3.Al terminar, Señor, mi vida aquí
mis ojos pueda sin temor cerrar,
y en mi glorioso despertar, que en Ti
de paz eterna pueda disfrutar.
Autor: Vicente Mendoza